¡Bienvenidos a nuestro blog! Hoy hablaremos sobre la historia de la música electrónica en Acapulco, específicamente en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, El Azteca.
El inicio de la música electrónica en Acapulco
El primer antecedente que se tiene en Acapulco sobre la música electrónica se remonta a la década de los 80, cuando el famoso antro “Studio 54” estaba en la ciudad. A finales de la década los antros como “Mandala” o “Palladium Acapulco” comenzaron a traer DJs de la Ciudad de México, quienes dieron a conocer la música electrónica a los jóvenes acapulqueños. Sin embargo, fue a principios de los 90 cuando se inauguró el primer antro dedicado exclusivamente a la música electrónica en Acapulco, “El Azteca”.
La inauguración de El Azteca
Fue en 1992 cuando El Azteca abrió sus puertas por primera vez, siendo el primer lugar en la ciudad en el que la música electrónica era la única protagonista. Este espacio, ubicado en plena Costera Miguel Alemán, se convirtió rápidamente en un lugar icónico para las noches de Acapulco. Con una capacidad para más de 2000 personas, fue el lugar ideal para los jóvenes que querían escuchar los más recientes hits de la electrónica, y disfrutar de una noche sin igual en la Costa del Pacífico.
Los DJ’s de El Azteca
Durante su historia, El Azteca tuvo algunos de los mejores DJ’s no solo de México, sino del mundo. Desde Juan Atkins hasta Paul Oakenfold, muchos nombres pasaron por el escenario de este lugar icónico.
Sin embargo, uno de los DJS que más tiempo estuvo en la cabina de El Azteca fue DJ Elias, quien inició su carrera en la década de los 90 en este mismo lugar. Así mismo, algunos DJs nacionales como Isis Muretech y Carlos Cordova también tuvieron una importante participación en las noches de electrónica en El Azteca.
El declive de El Azteca
A pesar de su éxito y popularidad, El Azteca cerró sus puertas en 2014 después de 22 años de liderar la escena de la música electrónica. Aunque hay varias teorías sobre las razones por las que esto sucedió, una de las más comunes es la falta de renovación y adaptación a las nuevas tendencias y a la creciente competencia de otros sitios en la ciudad.
Conclusión
En resumen, El Azteca fue el lugar perfecto para los jóvenes acapulqueños que buscaban tener una noche de ritmo y buen ambiente con la música electrónica. Este antro fue sinónimo de diversión para toda una generación y se convirtió en un legado de la historia de la música internacional en Acapulco. Aunque sus puertas ya cerraron, El Azteca seguramente vivirá en la memoria de muchos amantes de la música electrónica. Es un ejemplo de cómo un lugar puede marcar una época en la historia de una ciudad.